Históricamente la LUNA ha sido fuente de inspiración de poetas, filósofos, escritores y para expresar sentimientos de amor de hombres y mujeres, pero igualmente ha sido una herramienta para los agricultores, el conocimiento de las diferentes fases de la luna en la agricultura ha sido fundamental en varias civilizaciones tal es el caso de los mayas.
En los municipios de la sierra de La Paz, nos encontramos con algunas construcciones históricas que datan con más de 60 años, encontrando en ella madera en muy buen estado, cuando indagamos acerca de la madera utilizada nos indican que fueron cortadas con LA LUNA y para su conservación no se ha usado ningún producto químico, ya que en esa época no existían dichos productos. En ocasiones nos encontramos con cercos antiguos, con postes duros como una piedra, en donde no le entra un clavo de nuestra época.
En charlas con nuestros abuelos y otras personas mayores acerca de la influencia de la luna en nuestras actividades agropecuarias, nos dicen que influyen mucho, realizándose muchas prácticas agrícolas según las diferentes fases, pero, dicho conocimiento se ha ido perdiendo con el tiempo, las generaciones actuales desconocen muchas prácticas del campo tales como; siembra, podas, castraciones, corte de madera para construcción, entre otras. La pérdida de este conocimiento se debe principalmente a nuestro sistema educativo, el cual ha ido en decadencia, y las universidades y colegios técnicos encargados de formar profesionales de las ciencias agrícolas, no responden a las necesidades de los agricultores.
COMSA a través de su equipo técnico integrado por productores y profesionales, ha desarrollado un plan de capacitación en la que se toman en cuenta la influencia de la luna en las actividades del campo, rescatando parte de los conocimientos y experiencias que tienen los productores. En los cafetales se están realizando algunas prácticas de acuerdo al movimiento de la savia dentro de las plantas, por ejemplo, la aplicación de biofermentos, caldos minerales y microorganismos se realizan en aguas arriba, esta etapa comprende desde cuarto creciente hasta tres días después de luna llena, obteniendo un mejor aprovechamiento dado que la savia de las plantas está concentrada en las hojas y debido a eso hay un mejor intercambio de líquidos.
Muchos estudios consideran la luminosidad lunar esencial para la vida y el desarrollo de las plantas. Diferente de la luz solar que recibimos, la luz lunar ejerce directamente una fuerte influencia sobre la germinación de las semillas, cuando sutilmente sus rayos luminosos penetran con relativa profundidad, al compararla con la fuerza de los rayos solares que no consiguen penetrarla en su intimidad. Parece que es el exceso de presión que ejercen los fotones solares sobre los vegetales lo que no permite los cambios nutritivos que las plantas necesitan para su crecimiento normal, quedando, por tanto, la misión de estímulos seductores a la luminosidad lunar para que las semillas germinen fuertes y sanas. Por otro lado, está demostrado, independientemente de creer o no en las otras influencias que la Luna pueda tener en las plantas, que la intensidad de la fotosíntesis es bien superior a todas las plantas a partir de la luna creciente hacia el plenilunio (período extensivo de aguas arriba), y que el mayor incremento de la fotosíntesis en los cultivos se registra en el período intensivo de aguas arriba, el cual está comprendido entre los tres días después de la luna creciente, hasta los tres días después del plenilunio, fenómeno atribuido científicamente al incremento de la intensidad de la luz lunar sobre nuestro planeta.
Las fases lunares y la dinámica de la savia en las plantas. (Tomado de La Luna: El Sol nocturno en los trópicos y su influencia en la agricultura orgánica por Jairo Restrepo)
Otras investigaciones sobre la influencia de la luminosidad lunar en las plantas estiman que, por lo menos en un 50%, la luz lunar tiene influencia sobre la maduración de muchos granos y una gran parte de frutos. Al mismo tiempo se relaciona la influencia de la Luna con la actividad de la formación y calidad de los azucares en los vegetales. Los habitantes del norte de la India tienen la costumbre de colocar los alimentos (principalmente granos) en la azotea de sus casas, con la finalidad de que la luna llena del mes de Kuar (septiembre-octubre) los enriquezca con la luminosidad de los rayos lunares, y después los reparten entre sus parientes más próximos porque, según sus creencias, vivirán más tiempo después de consumirlos.
Finalmente, la Luna en creciente es considerada como la luna que conduce, proyecta, admite, construye, absorbe, inhala, almacena energía, acumula fuerza, invita al cuidado y al restablecimiento; y la luna menguante es considerada como la Luna que aclara, seca, suda o transpira, exhala, invita a la actividad y al gasto de energía.

